El juego de la vida
Bienvenidos a vuestra
humilde partida
A un lado vuestros
sueños y aspiraciones,
Al otro, vuestros
miedos y mayores temores
Y de juez vuestra
propia vida
Las reglas son
sencillas “vuestro limite”
Si pierdes, ganas
Si ganas, pierdes
, si no juegas,
pereces
Pero cuidado, porque
el juez está vendido al tiempo
Que trastocara la
partida
Para proclamarse
vencedor
De tu vida ahora ya
marchita
Bienvenidos a la
partida
Donde venderéis
vuestra vida
Ni ganaras, ni
perderás, ni vivirás
Al paso del infame
tiempo